Tratamiento para la diabetes tipo 2
Uno de los mayores desafíos médicos del mundo
La obesidad mórbida, como se denomina en lenguaje profesional, es uno de los mayores desafíos médicos del mundo y un colosal problema social. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó la obesidad como una enfermedad crónica en 1997, y en 2021 la UE hizo lo mismo. Es una enfermedad que afecta cada vez a más personas y es uno de los principales desafíos de salud de nuestra época, aumentando el riesgo de otras enfermedades graves. Además, la obesidad está afectando a edades más jóvenes, con muchos niños y adultos jóvenes ya con obesidad mórbida. En Suecia, más de un millón de adultos tienen un IMC superior a 30. En los EE. UU., hasta el 40 por ciento de la población tiene la enfermedad. Se estima que 650 millones de personas en todo el mundo sufren de obesidad.
Tratando las enfermedades subsiguientes en lugar de la causa raíz
La obesidad causa un tremendo sufrimiento y cuesta a la sociedad enormes cantidades. Hasta ahora, este gran grupo de pacientes ha recibido principalmente atención reactiva. En lugar de abordar sus problemas fundamentales, se han tratado de diversas maneras las enfermedades subsiguientes como la hipertensión, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Y la mortalidad en el grupo ha sido y sigue siendo alta. Pero ahora, estamos enfrentando un cambio de paradigma.
Una revolución médica
Por primera vez, tenemos un tratamiento que realmente funciona. Nuevos medicamentos en combinación con cambios en el estilo de vida y las últimas innovaciones en salud, incluyendo atención accesible, continua y equitativa a través de plataformas digitales, están creando condiciones para la curación y la pérdida de peso, independientemente de dónde se viva en el país. Los pacientes están perdiendo peso, manteniendo su peso y cambiando su estilo de vida paso a paso, todo el tiempo con el apoyo de un equipo competente de médicos, dietistas, psicólogos y entrenadores personales disponibles las 24 horas del día a través de una plataforma digital.
Tratamiento de la obesidad
La mejor manera de tratar la obesidad es seguir una dieta saludable baja en calorías y hacer ejercicio regularmente. Para ello, puedes:
- Seguir una dieta equilibrada y controlada en calorías según lo recomendado por un médico de cabecera o un profesional de la salud especializado en el manejo de la pérdida de peso (como un dietista).
- Realizar actividades como caminar rápido, trotar, nadar o jugar al tenis durante 150 a 300 minutos (2.5 a 5 horas) a la semana.
Puede ser beneficioso unirse a un programa local de manejo de peso con reuniones grupales o apoyo en línea. Tu médico de cabecera puede informarte sobre estos.
También puede ser útil recibir apoyo y asesoramiento de un profesional de la salud capacitado para ayudarte a comprender mejor tu relación con la comida y desarrollar hábitos alimenticios diferentes.
Si vives con obesidad y los cambios en el estilo de vida y el comportamiento no te ayudan a perder peso, puede que te recomienden un medicamento llamado orlistat.
Si se toma correctamente, este medicamento funciona reduciendo la cantidad de grasa que absorbes durante la digestión. Tu médico sabrá si orlistat es adecuado para ti.
Un especialista puede recetar otros medicamentos llamados liraglutida o semaglutida. Estos funcionan haciendo que te sientas más lleno y menos hambriento.
Para algunas personas que viven con obesidad, un especialista puede recomendar la cirugía de pérdida de peso.
Fuente: NHS
Medicamentos que regulan el apetito
La primera generación de análogos de GLP-1 se desarrolló inicialmente para la diabetes tipo 2, y cuando se descubrió que eran efectivos contra la obesidad, también fueron aprobados para el tratamiento de la obesidad, incluyendo liraglutida y semaglutida. Una generación más nueva de sustancias activas - Tirzepatida - contiene tanto análogos de GLP-1 como GIP. Ambos son incretinas, es decir, hormonas que regulan el apetito y que se secretan en el tracto gastrointestinal cuando comemos.
Es importante señalar que los resultados de la pérdida de peso pueden variar de una persona a otra y que estas sustancias y medicamentos siempre deben utilizarse bajo la supervisión de un médico y en combinación con un estilo de vida saludable, que incluya una dieta adecuada y ejercicio regular.
Los siguientes medicamentos están aprobados para el tratamiento de la obesidad mórbida por la FDA y la EMA.
Nueva generación: GLP-1 y GIP
- Tirzepatida (Mounjaro, Zepbound)
Generación anterior: GLP-1
- Semaglutida (Ozempic, Wegovy, Rybelsus)
Primera generación: GLP-1
- Liraglutida (Saxenda/Victoza)
- Dulaglutida (Trulicity)
- Exenatida (Byetta)
Los análogos de GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1)
son un grupo de medicamentos utilizados para tratar la obesidad y la diabetes tipo 2. Funcionan imitando o potenciando los efectos de la hormona natural GLP-1 en el cuerpo. El GLP-1 es una hormona que normalmente se libera en el intestino delgado después de comer y tiene varias funciones importantes, entre ellas la regulación de los niveles de azúcar en la sangre y el control del apetito.
Aquí se explica cómo los análogos de GLP-1 funcionan para la pérdida de peso:
- Reducción del apetito: Los análogos de GLP-1 afectan los centros del apetito en el cerebro e incrementan la sensación de saciedad. Esto hace que las personas que toman estos medicamentos se sientan llenas más rápidamente y por más tiempo después de una comida, lo que reduce su ingesta de alimentos y, por lo tanto, la ingesta de calorías.
- Retraso en el vaciamiento gástrico: Los análogos de GLP-1 prolongan el tiempo que tarda el estómago en vaciarse después de una comida. Esto puede ayudar a reducir el apetito y controlar los niveles de azúcar en la sangre al limitar los aumentos rápidos de glucosa después de comer.
- Reducción del hambre: Estos medicamentos pueden disminuir la sensación general de hambre, lo que facilita que las personas sigan una dieta baja en calorías.
- Reducción en el almacenamiento de grasa: Los análogos de GLP-1 también pueden reducir los efectos negativos de la resistencia a la insulina y contribuir a una menor acumulación de grasa en el cuerpo.
La última generación de medicamentos para la pérdida de peso: Lo que necesitas saber sobre Tirzepatida y Semaglutida
Las sustancias médicas más comunes utilizadas para la pérdida de peso se pueden dividir en diferentes categorías según sus mecanismos de acción y uso. Es importante señalar que el uso de estas sustancias debe realizarse bajo supervisión médica, ya que pueden tener efectos secundarios y no son adecuadas para todos. A continuación, se presenta una lista de algunas sustancias comúnmente utilizadas:
Sustancia activa: Tirzepatida
Pérdida de peso: 18%
Nombre comercial: Mounjaro
Estado FDA/EMA: Aprobado para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad.
Tirzepatida es un medicamento más nuevo que ha mostrado resultados prometedores tanto para el control de la diabetes como para la pérdida de peso. Funciona afectando múltiples vías biológicas que regulan los niveles de azúcar en la sangre y el apetito, lo que puede llevar a una pérdida de peso significativa.
Sustancia activa: Semaglutida
Pérdida de peso: 16%
Nombre comercial: Wegovy, Ozempic
Estado FDA/EMA: Aprobado para el manejo crónico del peso y la diabetes tipo 2, respectivamente.
Semaglutida es un medicamento conocido por su capacidad para reducir el apetito y aumentar la sensación de saciedad. Se utiliza principalmente para el control del peso y la diabetes tipo 2, y ha demostrado ser eficaz en ayudar a las personas a perder peso.
Sustancia activa: Liraglutida
Pérdida de peso: 7 kg
Nombre comercial: Saxenda, Victoza
Estado FDA/EMA: Aprobado para el manejo crónico del peso y la diabetes tipo 2, respectivamente.
Liraglutida funciona de manera similar a la semaglutida y se utiliza tanto para el manejo del peso como de la diabetes. Ayuda a reducir el apetito y aumentar la sensación de saciedad, lo que resulta en una pérdida de peso.
*Nota: El valor de pérdida de peso para la Liraglutida se da en kilogramos para reflejar su efectividad en términos de reducción de peso.
Sustancia activa: Orlistat
Pérdida de peso: 3 kg*
Nombre comercial: Xenical
Estado FDA/EMA: Aprobado para el manejo crónico del peso.
Orlistat es un bloqueador de grasa que funciona reduciendo la absorción de grasa en tu dieta. Puede ayudar a reducir la ingesta de calorías y, por lo tanto, conducir a la pérdida de peso.
Sustancia activa: Naltrexona/Bupropión
Pérdida de peso: 5%
Nombre comercial: Mysimba
Estado FDA/EMA: Aprobado para el manejo crónico del peso.
Naltrexona/Bupropión es una combinación de dos medicamentos diferentes que afectan al cerebro para reducir el apetito y aumentar la sensación de saciedad. Se utiliza para ayudar a las personas a perder peso reduciendo la ingesta de calorías.
*No hay información disponible sobre el porcentaje.
Semaglutida: Eficacia y Seguridad en Estudios para la Diabetes Tipo 2 y la Obesidad Mórbida
La semaglutida, un medicamento que ha sido objeto de extensos ensayos clínicos, ha mostrado ser prometedor en el tratamiento tanto de la diabetes tipo 2 como en la pérdida de peso. Al revisar los estudios incluidos en las series SUSTAIN, STEP, PIONEER, SELECT y SUSTAIN FORTE, podemos obtener una visión general de la eficacia y seguridad de la semaglutida en estas dos áreas de tratamiento importantes. Los resultados sugieren que la semaglutida puede ser un recurso significativo para los pacientes que enfrentan estos problemas de salud, pero es crucial que su uso sea supervisado por un médico.
La semaglutida ha sido objeto de estudios clínicos exhaustivos para evaluar su eficacia y seguridad, especialmente en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la pérdida de peso. Aquí algunos de los estudios científicos clave realizados sobre la semaglutida:
- Estudios SUSTAIN: SUSTAIN (Sostenibilidad Imparable de Semaglutida en el Tratamiento de la Diabetes Tipo 2) es una serie de estudios que evaluaron el efecto y la seguridad de la semaglutida para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Estos estudios mostraron que la semaglutida podría reducir los niveles de HbA1c (una medida a largo plazo del control del azúcar en sangre) y conducir a la pérdida de peso en pacientes con diabetes.
- Estudios STEP: STEP (Efecto del Tratamiento con Semaglutida en Personas con Obesidad) es una serie de estudios que se centraron en el uso de la semaglutida para la pérdida de peso en personas con sobrepeso u obesidad. Estos estudios han demostrado que la semaglutida puede llevar a una pérdida de peso significativa y a mejoras en parámetros relacionados con la salud en individuos con sobrepeso.
- Estudios PIONEER: PIONEER (Innovación en Péptidos para el Tratamiento Temprano de la Diabetes) es una serie de estudios que evaluaron el uso de la semaglutida como un tratamiento temprano para individuos con diabetes tipo 2. Los resultados mostraron que la semaglutida era efectiva en la reducción del azúcar en sangre y era segura para su uso.
- Estudios SELECT: SELECT (Efectos de la Semaglutida en los Resultados Cardiovasculares en Personas con Sobrepeso u Obesidad) son estudios que evaluaron el efecto de la semaglutida en eventos cardiovasculares en personas con sobrepeso u obesidad. Estos estudios tienen como objetivo evaluar si la semaglutida puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Estudio SUSTAIN FORTE: Este estudio se centró en el uso de la semaglutida en personas con diabetes tipo 2 severa no tratada. Los resultados mostraron que la semaglutida era superior a otros medicamentos para la diabetes en términos de reducción del azúcar en sangre.
Es importante destacar que estos estudios fueron realizados por diversos grupos de investigación y publicados en revistas científicas. Los resultados indican que la semaglutida es un medicamento efectivo para el tratamiento tanto de la diabetes tipo 2 como de la pérdida de peso en individuos con sobrepeso u obesidad. Sin embargo, es crucial que el uso de la semaglutida sea monitoreado por un médico y que los pacientes sigan sus consejos e instrucciones.
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A continuación, se presentan algunas referencias científicas que respaldan los riesgos para la salud mencionados anteriormente para las personas con obesidad.
Enfermedades cardiovasculares:
Pi-Sunyer, FX (2002). Riesgos médicos de la obesidad. Annals of Internal Medicine, 136(11), 857-864.
Poirier, P., Giles, TD, Bray, GA, Hong, Y., Stern, JS, Pi-Sunyer, FX, & Eckel, RH (2006). Obesidad y enfermedades cardiovasculares: fisiopatología, evaluación y efecto de la pérdida de peso. Circulation, 113(6), 898-918.
Aquí tienes un resumen de los dos estudios sobre enfermedades cardiovasculares:
Pi-Sunyer (2002) en "Riesgos médicos de la obesidad":
Este estudio destaca los riesgos médicos asociados con la obesidad. El autor discute que la obesidad puede aumentar el riesgo de varios problemas de salud y enfermedades, incluidas las enfermedades cardiovasculares. Se enfatiza la importancia de gestionar y prevenir la obesidad para reducir estos riesgos.
El estudio "Riesgos médicos de la obesidad" de F. Xavier Pi-Sunyer, publicado en los Annals of Internal Medicine en 2002, tiene como objetivo destacar los peligros médicos asociados con la obesidad. El autor explora y describe los riesgos para la salud y las complicaciones médicas que pueden surgir debido al sobrepeso y la obesidad.
El estudio aborda varios aspectos importantes de la obesidad y su impacto en la salud. El autor aborda los siguientes puntos:
- Efectos sobre la salud: Pi-Sunyer revisa los numerosos problemas médicos que pueden ocurrir como resultado de la obesidad, incluyendo enfermedades como las cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión, apnea del sueño, problemas articulares y ciertos tipos de cáncer.
- Aumento del riesgo: El estudio enfatiza que el riesgo de estas enfermedades y problemas de salud aumenta proporcionalmente con el grado de obesidad. Esto significa que las personas con un índice de masa corporal (IMC) más alto tienen un mayor riesgo de sufrir estas enfermedades.
- Fisiopatología: El autor discute los mecanismos biológicos y fisiológicos que vinculan la obesidad con el aumento del riesgo de enfermedades, incluyendo cambios en la resistencia a la insulina, la inflamación, los lípidos en sangre y otros procesos metabólicos.
- Importancia de la pérdida de peso: El estudio subraya la importancia de la pérdida de peso como una estrategia para reducir los peligros médicos asociados con la obesidad. El autor señala que incluso una pérdida de peso moderada puede tener efectos positivos sobre la salud.
- Opciones de tratamiento: Finalmente, se discuten las opciones de tratamiento para la obesidad, incluidas las modificaciones en el estilo de vida, la dieta, el ejercicio y, en algunos casos, el uso de medicamentos o cirugía.
En conclusión, el estudio de Pi-Sunyer es una visión general exhaustiva de los peligros médicos que puede conllevar la obesidad. Se enfatiza la importancia de gestionar y prevenir la obesidad para reducir el riesgo de problemas de salud graves, particularmente las enfermedades cardiovasculares. El estudio sirve como un recurso importante tanto para los profesionales de la salud como para el público en general que desee comprender el vínculo entre la obesidad y la salud.
Poirier et al. (2006) en "Obesidad y enfermedades cardiovasculares: fisiopatología, evaluación y efecto de la pérdida de peso":
Este estudio se centra en la relación entre la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Los autores discuten la fisiopatología detrás de esta asociación y enfatizan la importancia de evaluar y tratar la obesidad para reducir el riesgo de problemas cardiovasculares. También discuten los efectos de la pérdida de peso en la mejora de la salud cardiovascular.
El estudio "Obesidad y enfermedades cardiovasculares: fisiopatología, evaluación y efecto de la pérdida de peso" de Poirier y sus coautores, publicado en la revista Circulation en 2006, tiene como objetivo arrojar luz sobre la relación entre la obesidad y las enfermedades cardiovasculares y discutir los mecanismos fisiopatológicos detrás de esta relación. El estudio también se centra en cómo la pérdida de peso puede afectar la salud cardiovascular.
Aquí tienes un resumen de los puntos principales del estudio:
- Obesidad y enfermedades cardiovasculares: El estudio enfatiza que la obesidad es un factor de riesgo significativo para las enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular y la insuficiencia cardíaca. Los autores discuten cómo la obesidad puede llevar al desarrollo de estas enfermedades.
- Mecanismos fisiopatológicos: Poirier y sus coautores revisan los complejos mecanismos biológicos y fisiológicos a través de los cuales la obesidad afecta la salud cardiovascular, incluyendo la resistencia a la insulina, la inflamación, la hipertensión y los cambios en los lípidos en sangre.
- Efectos positivos de la pérdida de peso: El estudio señala que la pérdida de peso puede tener beneficios significativos para la salud cardiovascular, ya que puede mejorar factores de riesgo como la presión arterial, los niveles de colesterol y el metabolismo de la glucosa.
- Desafíos para lograr la pérdida de peso: Los autores abordan los desafíos que los pacientes obesos pueden enfrentar al intentar perder peso y discuten varias estrategias para lograr y mantener la pérdida de peso.
- Opciones de tratamiento: Finalmente, el estudio discute diferentes opciones de tratamiento para personas con obesidad que tienen como objetivo reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluyendo cambios en el estilo de vida, dieta, ejercicio y, en algunos casos, medicamentos o cirugía.
En resumen, Poirier y sus coautores ofrecen una visión general exhaustiva de la asociación entre la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. El estudio destaca la importancia de gestionar la obesidad como una estrategia para reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares. Sirve como un recurso valioso para los profesionales de la salud e investigadores que trabajan en el campo de la salud cardiovascular y la obesidad.
Ambos estudios enfatizan que la obesidad es un factor de riesgo significativo para las enfermedades cardiovasculares y subrayan la importancia de prevenir y tratar la obesidad para mejorar la salud cardiovascular a largo plazo.
