Plan de pérdida de peso para mujeres

Solemos utilizar los medicamentos más actuales y modernos, llamados análogos de GLP-1, pero el médico siempre realiza una evaluación individual para determinar cuál es el tratamiento más adecuado para cada persona.

La obesidad es una enfermedad crónica. Desafortunadamente, cuando eliminas el medicamento, a menudo vuelves a estar donde estabas antes de empezar y el cuerpo comienza a esforzarse por alcanzar su peso más alto nuevamente. No es peligroso dejar de tomarlo y volver a empezar si notas que empiezas a subir de peso. Con cambios en el estilo de vida, como un aumento del ejercicio y una dieta diferente, algunas personas pueden lograr un equilibrio energético después de alcanzar un peso saludable.

En ensayos clínicos se han probado muchos tipos diferentes de medicamentos para la obesidad. Se recomienda el uso de estos medicamentos en casos de obesidad (IMC ≥ 30 kg/m2) o sobrepeso (IMC ≥ 27 kg/m2) si existen complicaciones o factores de riesgo.

Estos factores de riesgo pueden incluir presión arterial alta, niveles elevados de lípidos en sangre, niveles elevados de azúcar en sangre, aterosclerosis o síndrome de apnea del sueño.

Los medicamentos también se pueden usar para evitar subir nuevamente de peso, por ejemplo, en personas que anteriormente tenían un sobrepeso grave y que han perdido peso con éxito mediante métodos como la dieta o la cirugía para bajar de peso.

Debido a que se usa la hormona del propio cuerpo que se ha modificado solo para retrasar su descomposición, los efectos secundarios son pocos y leves. En los estudios que se han realizado, los efectos secundarios son relativamente similares entre el placebo y el medicamento. Los efectos secundarios son más frecuentes al inicio del tratamiento y es por ello que aumentamos la dosis lentamente.

Es posible que experimente náuseas, gases y diarrea, gastritis leve o estreñimiento, pero con la ayuda del equipo de profesionales, la mayoría de los síntomas generalmente se pueden evitar.