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Nutrición

Dieta mediterránea y dieta nórdica

Dieta mediterránea y dieta nórdica de un vistazo

  • Patrones alimentarios que se centran en un alto consumo de verduras, fruta, bayas, cereales integrales, pescado y marisco, así como grasas saludables como el aceite de colza y el aceite de oliva.
  • Patrones alimentarios que pueden ayudar a reducir el riesgo, entre otras cosas, de enfermedades cardiovasculares.
  • Flexibles y sostenibles en la vida diaria, sin reglas estrictas y fáciles de adaptar a las necesidades y preferencias individuales.

¿Qué son la dieta mediterránea y la dieta nórdica?

La dieta mediterránea y la dieta nórdica son dos patrones alimentarios basados en un alto consumo de verduras, fruta o bayas, cereales integrales, legumbres, pescado y grasas saludables. Se caracterizan por un menor consumo de carne roja y una ingesta limitada de azúcar y alimentos pobres en nutrientes.

Existen variaciones dentro de cada patrón alimentario y pueden adaptarse a las necesidades individuales, preferencias culturales y estilo de vida. Una de las principales fortalezas tanto de la dieta mediterránea como de la nórdica es que no son “dietas” estrictas con reglas rígidas, sino que ofrecen flexibilidad en el día a día. Esto hace que sean más fáciles de seguir a largo plazo en comparación con dietas más restrictivas.

¿Qué caracteriza a la dieta mediterránea?

1. Alto consumo de verduras, fruta y legumbres

La dieta mediterránea se caracteriza por una gran ingesta de verduras, fruta y legumbres como tomates, verduras de hoja verde, pimientos, judías y lentejas. Estos alimentos aportan fibra, vitaminas y minerales, nutrientes importantes para una salud óptima.

2. Grasas saludables como principal fuente de grasa

El aceite de oliva es una fuente central de grasa en la dieta mediterránea tradicional y es rico en grasas monoinsaturadas, que se han relacionado en estudios con una mejor salud cardiovascular.

3. Alto consumo de legumbres y cereales integrales

Los productos integrales, junto con judías, lentejas y garbanzos, son importantes fuentes de carbohidratos y contribuyen a niveles de azúcar en sangre más estables, mayor saciedad y una mejor salud intestinal.

4. Pescado varias veces por semana

El pescado, especialmente el pescado azul como la caballa, las sardinas y el salmón, se consume varias veces por semana. Es rico en ácidos grasos omega-3 de cadena larga (EPA y DHA), que favorecen la salud cardiovascular.

5. Consumo limitado de carne roja

El consumo de carne roja es limitado. En su lugar, se priorizan el pescado, las aves y las fuentes de proteína vegetal. Los productos lácteos, sobre todo en forma de yogur y queso, se incluyen en cantidades moderadas.

¿Qué caracteriza a la dieta nórdica?

La dieta nórdica se basa en alimentos habituales de los países nórdicos y está estrechamente alineada con las Recomendaciones Nórdicas de Nutrición (NNR). Mientras que la dieta mediterránea se basa en alimentos típicos del sur de Europa, la dieta nórdica se ha desarrollado para ser saludable y sostenible, con un enfoque en ingredientes locales y las condiciones propias de la región nórdica.

1. Alto consumo de verduras, bayas y hortalizas de raíz

Alimentos típicos son los arándanos, frambuesas, coles, cebollas, zanahorias y remolacha. Son ricos en fibra, vitaminas y minerales que favorecen la buena salud.

2. Cereales integrales de cereales nórdicos

La avena, el centeno y la cebada son fuentes clave de carbohidratos y contribuyen a una saciedad prolongada, mejor salud intestinal y niveles de glucosa más estables. El consumo diario de cereales integrales se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.

3. Enfoque en grasas saludables

El aceite de colza es rico en grasas monoinsaturadas y en ácido alfa-linolénico (un omega-3 de origen vegetal) y actúa como el equivalente nórdico del aceite de oliva en la dieta mediterránea.

4. Pescado azul

El salmón, el arenque y la caballa son importantes fuentes de proteína y aportan ácidos grasos omega-3 de cadena larga (EPA y DHA), con efectos positivos sobre la salud cardiovascular.

5. Consumo limitado de carne roja

Al igual que en la dieta mediterránea, el consumo de carne roja es limitado. La proteína procede en mayor medida del pescado, las aves y alternativas vegetales, en línea con recomendaciones tanto de salud como de sostenibilidad ambiental.

Similitudes entre la dieta mediterránea y la dieta nórdica

A pesar de las diferencias geográficas, ambas dietas tienen mucho en común. Las dos:

  • incluyen abundantes verduras, legumbres y cereales integrales
  • destacan el pescado como una fuente importante de proteína
  • limitan el consumo de carne roja
  • utilizan grasas saludables como principales fuentes de grasa
  • fomentan hábitos alimentarios sostenibles para la salud y el medio ambiente

Además, ambos patrones son flexibles y fáciles de adaptar a las necesidades individuales, lo que permite elegir los principios que mejor se ajusten a tu vida diaria y preferencias. Esto también facilita mantenerlos a largo plazo.

Efectos positivos de la dieta mediterránea y la dieta nórdica

Elegir una dieta mediterránea o nórdica ofrece a tu cuerpo buenas condiciones para la salud a largo plazo. Las investigaciones muestran que estos patrones alimentarios tienen muchos efectos positivos, como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.

Una razón clave de estos beneficios es que ambas dietas son ricas en grasas insaturadas procedentes de fuentes como el pescado azul, el aceite de oliva, el aceite de colza y los frutos secos, y contienen relativamente poca grasa saturada, una combinación beneficiosa para la salud cardiovascular.

Dieta mediterránea, dieta nórdica y Yazen

Es posible combinar el tratamiento médico de la obesidad con la dieta mediterránea o la dieta nórdica. Ambos patrones están en línea con las recomendaciones nutricionales de Yazen, que priorizan alimentos densos en nutrientes como verduras, cereales integrales, legumbres, pescado y grasas saludables.

Estas dietas apoyan tanto la salud como la pérdida de peso y pueden adaptarse a tu estilo de vida y objetivos personales.

Resumen

La dieta mediterránea y la dieta nórdica son patrones alimentarios basados en alimentos ricos en nutrientes como verduras, fruta o bayas, cereales integrales, legumbres, pescado y grasas saludables. También se caracterizan por un bajo consumo de carne roja, menos azúcar y un enfoque en hábitos alimentarios sostenibles tanto para la salud como para el medio ambiente.

A pesar de sus diferentes orígenes geográficos, ambos patrones comparten principios clave, lo que los hace flexibles y fáciles de adaptar a las necesidades y preferencias individuales. Además, funcionan bien junto con el tratamiento médico de la obesidad, ya que contribuyen a hábitos alimentarios equilibrados y sostenibles a largo plazo.

Para quienes quieran leer más sobre diferentes formas de alimentación, recomendamos nuestra serie de artículos sobre dietas.


Exención de responsabilidad: este artículo se ha traducido utilizando inteligencia artificial (IA). La versión original en inglés es la principal. En caso de duda, prevalecerá el texto en inglés.

Artículo revisado por:
June 27, 2024
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